viernes, 2 de septiembre de 2011

Calladas rebeldías


Calladas Rebeldías es un libro que puede definirse con una sola palabra: Entrañable. Escrito por el profesor Carmelo Romero y en la edición que llegó a mis manos a través de @herrera_santi con ilustraciones de Reiner Schiestl (algunas de las cuales acompañan a esta entrada), se cuenta la historia en dos partes de El Cigüeño, un hombre de pueblo, luchador, trabajador inscansable y listo como sólo puede ser una persona después de haber pasado mil calamidades y penurias, e incluso haber sobrevivido a una caída desde el alféizar de una ventana a los pocos meses de vida, tal vez provocada por su propia madre harta de parir hijos a los que apenas podía alimentar (de ahí el mote por el que pasará a la historia este personaje: para más detalles, leer el libro).


La historia está ambientada en un pueblo inexistente de Soria, pero podría corresponder a cualquier pueblo de la España rural de principios del siglo XX, donde salir adelante era duro para las clases trabajadoras que además sufrían de continuo el abuso de los poderosos. Poderosos que a su vez se dividían en varias escalas: estaba el rico del pueblo que tenía algo más de tierra que los demás y empleaba a buena parte de los que no tenían nada, abusando de ellos sin ningún miramiento. A continuación estaba el poderoso de la provincia, a quien le rendían pleitesía los pequeños ricos de pueblo. Y finalmente estaban los grandes de España, que dirigían los designios de todos, tanto por sus decisiones como por sus posesiones (ahora que escribo esto, me doy cuenta de que casi nada ha cambiado en esta España nuestra del siglo XXI).

El autor comienza a realizar investigaciones para escribir un libro sobre uno de estos personajes poderosos de Soria. Un noble y rico ilustre de la provincia, cuando, investigando sobre él, descubre a El Cigüeño. A partir de aquí todo su interés se vuelca en este personaje y, al modo cervantino de El Quijote, nos narra sus aventuras y desdichas junto con las de sus paisanos. 



El tiempo para estas gentes se dividía entre el duro trabajo en el campo durante las horas de sol, y la caída de la noche en el bar del pueblo, en casa de la señá Ambrosia, donde compartir penas y habladurías delante de un vino peleón y aguado. Aquí las justicias e injusticias se hacen patentes en boca de todos. De esta manera, con historias cotidianas, detalles de la vida diaria, miserias las más de las veces, alegrías las menos, van fluyendo unas vidas perfectamente retratadas por el autor. Esto es lo más parecido que podremos encontrar a una máquina del tiempo.




Un libro delicioso y que cuenta ya con tres ediciones publicadas, todo un éxito por estos lares donde este tipo de joyas no suelen abundar. Muy recomendable.



lunes, 29 de agosto de 2011

Solar

¿Es muy aburrida la vida de los científicos?¿Están siempre encerrados en sus laboratorios sin comunicarse con nadie?¿No tienen vida privada ni nadie con quien compartir cosas interesantes?¿Sólo ven a través de pantallas de ordenador y libros donde no se entiende nada? Todos estos tópicos acaban hechos añicos en la última novela de Ian Mcewan, Solar, donde se nos cuenta la desastrosa vida personal y amorosa de un premio nobel de física inglés. Tal vez aquí el tópico no sólo quede hecho añicos, sino que posiblemente comencemos a mirar a los científicos incluso con recelo.

El libro nos cuenta la historia de Michael Beard, un físico inglés que en sus años jóvenes consiguió enunciar la Combinación Einstein-Beard, por lo que fue galardonado con el premio Nobel de física. A partir de entonces, y con su nombre unido permanentemente al de Einstein, se dedicará a vivir la vida, aceptando trabajos y representaciones de firmas en las que sólo se requiere su nombre y su prestigio.

En su vida privada va de frecaso matrimonial en fracaso matrimonial (hasta cinco matrimonios fallidos). Siempre es él el culpable de la rotura de la relación, por adúltero y egoísta. Salvo en su último matrimonio, donde la bella y joven Patrice le hará probar su propia medicina. Ella es 19 años menor que él y la última relación extramatrimonial de Beard es tomada por Patrice como una liberación para empezar también ella sus propias aventuras amorosas. Encajar esta situación no será nada fácil para Beard.

 
El autor aprovecha también al físico Michael Beard para introducirnos y darnos su opinión sobre las energías renovables, la inversión que los gobiernos hacen en ellas y la necesidad de mejorar los resultados obtenidos. El protagonista realiza un viaje al Polo Norte para concienciar a la sociedad mundial del calentamiento global, y allí se reúne con una serie de personajes de lo más variopinto y de lo más inútiles para el propósito del viaje. El propio Mcewan realizó este viaje para documentarse de primera mano antes de escribir el libro. 


La novela está muy en la línea de los últimos trabajos de Mcewan, como El InocenteChesil Beach o Sábado, donde se plantean situaciones realistas, con una narración directa donde los hechos se suceden sin dar tregua al lector. Podría definirse como el inimitable estilo Mcewan.

No soy imparcial al recomendar esta novela, pues desde que descubrí a este autor con Expiación, lo he leído prácticamente todo, pero creo que es una obra a tener en cuenta con la que se pueden pasar muy buenos ratos de lectura (y descubrir que la ciencia y los científicos pueden ser divertidos).